jueves, 23 de agosto de 2007

Trasnoche

A diario se cruza en su vida un pedacito de suerte, una leve sospecha de que no todo esta tan mal, que las horas pasaran flotando suavemente y el trompazo certero aterrizara en la cara del imbécil de su jefe. A diario se cruza la frase justa que lo acerca a Emilia para robarle un beso, la valentía para mandar a todos al carajo y la fuerza necesaria para empezar a conquistar nuevos y más emocionantes imperios situados en tierras lejanas. Todos los días se cruzan esos planes perfectos y estrategias implacables, lamentablemente concurren muy tarde y a la noche cuando el cuerpo está cansado, y a la mañana siguiente por más que los anote ya perdieron su fuerza y sobre todo la ventaja incomparable de la oportunidad, entonces vuelve a empezar de cero, se le esfuman todas aquellas respuestas que en su momento parecían tan valiosas y refrescantemente llenas de viento y vuelve a la rutina habitual…

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