miércoles, 5 de septiembre de 2007

Hipocondriaca

Un tipo en el tren llevaba un yeso en su dedo gordo de la mano derecha, al bajar rozo la mano de Amalia y ambos se quedaron mirando por un segundo. Al llegar a su casa Amalia empezó a sentir una extraña molestia en la misma mano que toco el desconocido, mas precisamente en el dedo gordo, entonces lógicamente dedujo que se había contagiado de una terrible quebradura.

1 comentario:

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¡Me gusta! ¿Será porque me reconozco a mi mismo? uuummm. Bueno, aún así, me gusta.