miércoles, 5 de septiembre de 2007

Inquilinos

Hoy se levanto como Julio, pero al lavarse la cara se reconoció en seguida como el carismático Martín que con esfuerzo, se las arreglaba para combatir a Mario el nuevo e intempestivo inquilino que rogaba un poco mas de sueño. Luego como solía hacer todas las mañanas vino Luis a preparar el café fuerte y unos instantes mas tarde apareció Ernesto, el intuitivo filosofo, que aburrido y sentado en una silla pensaba en cómo sería ganarse la lotería para mudarse y no tener que compartir mas tiempo ese mismo cuerpo tan pequeño y tan plagado de gente.

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