viernes, 28 de septiembre de 2007

Encuentro

Lo habían tratado bastante mal, pero gracias a la buena fortuna logro ser acariciado por la mano de una mujer hermosa, y fue recorrido por aquellos ojos marrones tan intensos varias veces hasta que finalmente llego a conquistarla. Viajaron juntos todo el trayecto y se entendieron en seguida, después ella lo recostó en un rinconcito para que descanse tranquilo, sonriéndole de cuando en cuando por si llegaba a verlo, sin disimular la alegría de haber encontrado un tesoro tan preciado. Al llegar a su casa lo escondió en secreto dentro de una libreta con mucho cuidado, pues sabia muy bien que no es muy habitual hallar fragmentos tan hermosos e inéditos de poesía sobre el asiento de un colectivo en Buenos Aires.

No hay comentarios: