viernes, 21 de septiembre de 2007

Cumpleaños

La madre de Alejo para su cumpleaños de tres organizo una gran fiesta con juegos y animadoras. Si mal no recuerdo había como 30 muchachines correteando por toda la casa y un tendal de juguetes prolijamente cerrados esperando ser descubiertos. La abuela de los chicos era la encargada de comprar la torta y lo hizo en el lugar de siempre que tanto le gustaba, porque claro esta había un lugar para cada cosa, y las tortas y sanguchitos de la familia siempre se compraban allí. El único inconveniente fue que no se percato de la enorme cantidad de alcohol que tenía encima la preparación. Pasado un tiempo los chicos comenzaron a pedir mucha mas torta, especialmente el cumpleañero, poco a poco se fueron cansando todos, parecían como mareados y desorientados pero sin embargo a su vez muy felices por su primera borrachera. Al otro día obviamente muy pocos fueron al jardín de infantes, porque tenían que recuperarse muy bien de su primera resaca.

6 comentarios:

Maria Coca dijo...

Es la primera vez que llego a tu blog y me gusta lo que leo. También el diseño. El relato mezcla realidad con ironía y lo haces perfectamente. Me gustó.

Prometo volver a partir de ahora.

Besos desde mi orilla.

Lu dijo...

Cómo vienen los chicos ahora, eh? Creo que mi primer resaca la tuve como a los 13 años...

Lindo bolichón el tuyo, como para hacerse habitué.
Besos

AnaR dijo...

Jurjurjurjur...les gustó.Lo malo de estas experiencias es que lo peor viene al día despues.

Me agradó leerte.


Muchas gracias por tus palabras en mi espacio.

Saludos

Svor dijo...

A los cumpleaños esta claro que se va a comer y a beber si se puede.
Que precoces estos niños.

Te vienes a matear o a navegar?

Saludos

tumejoramig@ dijo...

Jejeje, yo como que en mis tiempos pasé por una fiesta parecida... Las tortas, incluso las que llevaban al colegio, siempre llevaban algo de alcohol, y menudos dolores de barriga y vomitonas se producían en las tardes, en casa, y ausencias increíbles al día siguiente en el cole con el dolor de cabeza.

Ahora el alcohol se lo ponen antes de meterlas en el horno y así se evapora todo el alcohol... pero de aquellas, todas venían empapadas de ron!

Que ricas! jejeje.....

Un beso

JeJo dijo...

Es que hay algo más rico que una torta de chocolate embebida con un toque de ron, o de marsalla, o de algún licor espirituoso ?
Los niños de hoy son verdaderos gourmet. Y expertos catadodes se convertirán en brebe ... Ni hablar de sexo.