jueves, 20 de septiembre de 2007

Relojes

Hace mucho tiempo cuenta mi abuelo que un efecto climático produjo en su ciudad, un fuerte efecto electromagnético que afecto a todos los relojes sin que estos pudiera funcionar mas. La gente en un comienzo quedo perdida, no sabían de donde obtener la hora adecuada para realizar sus tareas cotidianas y la ciudad fue un completo caos. Todos los relojes habían dejado de andar excepto uno, situado en un barrio cercano, donde cada tarde peregrinaban miles de personas a preguntarle a aquel preciado objeto cómodamente colocado en un altar todas sus inquietudes, desde si convenía ir poniendo las papas al fuego para empezar a cocinar el puchero, hasta cuales serian las mejores maneras de invertir en la bolsa de valores u obtener consejos para jugar a la quiniela. Nuevos relojes con el tiempo invadieron la ciudad, sin embargo la gente siguió manteniendo esa enorme veneración hacia ellos, en claro reconocimiento por los servicios prestados y es hasta el día de hoy que ese furor se expande cada vez mas alrededor de todo el mundo.

3 comentarios:

meirlauquen dijo...

El día que la gente se dé cuenta , que el tiempo se escapa por los agujeros de los bolsillos venerará la Aguja y el Hilo . Hasta puede ser que reemplacen a Adan y Eva ,por la nueva pareja , como La Original .

JeJo dijo...

Hay que volver a las viejas costumbres ....

Svor dijo...

Que haríamos sin los relojes? Tal ves seriamos mas intuitivos...
Aunque muchas veces el tiempo tiene mas encanto sin las agujas estresantes del segundo en segundos.